TOROS EN SEVILLA

El blog taurino de Víctor García-Rayo. La pasión por el hábitat natural del toro de lidia. La fiesta, el amor por el animal más hermoso del mundo. Centrado en Sevilla y en su provincia, una ventana taurina que se abre al mundo. Cultura y amor por la tauromaquia.




miércoles, 8 de mayo de 2019

VENTURA PIERDE LA PUERTA DEL PRÍNCIPE CON EL REJÓN DE MUERTE



El nivel del señorial arte del toreo a caballo que luce Diego Ventura es tan alto, tan magnífico, tan indiscutible, que puede decirse que estamos ante un torero fundamental del siglo XXI y también de la historia del rejoneo. Hoy en Sevilla ha rayado a un nivel sublime ante un primer toro muy noble que sirvió mucho. Sobre "Lambrusco", "Nazarí", "Lío", "Dólar" y "Remate", el torero cimentó una faena medida, limpia, poderosa, templada, espectacular y emotiva. Incuestionable su labor en las distintas fases en un capítulo que merecía las dos orejas del buen toro de Los Espartales. Pero Ventura pinchó varias veces.
Su segundo toro, grandón, más gordo, se desplazó menos aunque también quiso embestir especialmente al abrigo de tablas. Diego Ventura sacó a "Joselito", "Sueño", "Bronce", "Gitano", "Dólar" y "Remate". Hubo emoción por los adentros y el torero también saldó con nota la faena a este toro número 33. Le tenía cortada una oreja tras su actuación. Otra vez anduvo desacertado con los aceros. Si se suman los trofeos que Ventura dejó de sumar por los aceros, puede convenirse, porque es verdad, que perdió nada más y nada menos que una Puerta del Príncipe.
No ha sido de las mejores tardes de "El Juli" en la Maestranza. Su primero echaba un poco el freno al tercer muletazo y el torero se empeñaba en rematar siempre con dos pases de pecho que el de Domingo Hernández no quería. Mejor por el pitón derecho, la faena tuvo lugar en medio de muchas ráfagas de molesto viento. Altibajos por tanto en una faena que no caló. Lo había toreado con buen son con el capote. Faltó además continuidad en la faena al quinto, un trasteo largo en el tiempo que no llegó a emocionar. No recorría mucho trayecto el animal por el pitón izquierdo, pero fue ese toro que otro día lo coge Juli y lo revienta. Tampoco con los aceros anduvo el madrileño fino.
A Cayetano hay que aplaudirle su decisión, su actitud. Un diez en este capítulo. Sin duda, un diez. Su primero fue un torrente de nobleza que -eso sí- marcaba su tendencia a tablas. Se decidió a sacarlo de la querencia algo tarde y también se vio afectado notablemente por el viento. El toro sirvió. Cayetano mató a su lote con mucha solvencia manejando la espada.
Salió a por todas ante el sexto. Arrancó su actuación de rodillas y no dudó en darlo todo en los medios. Hay que subrayar su entrega toda la tarde. Algún templado muletazo y un lento cambio de manos hizo presagiar cosas grandes, pero Cayetano, que mandó parar a la banda de música indebidamente, no logró cuajar una faena maciza a un buen toro de Domingo Hernández que embistió en los medios con nobleza y calidad. El menor de los Rivera Ordóñez dio dos vueltas al ruedo en Sevilla después de dejarse todo su ser en el ruedo.


FICHA.
Cuatro toros de Domingo Hernández, justos de presentación y nobles, y 2 toros de Los Espartales para rejones, colaboradores.


DIEGO VENTURA. (Ovación en los dos).
EL JULI. (Silencio tras aviso y silencio).
CAYETANO. (Vuelta tras petición y vuelta).

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