Joaquín Galdós abre la puerta grande de Santa Olalla
del Cala
*Noble encierro de Carlos Núñez y oreja para Rafa
Serna.
*Lama de Góngora, que también cortó un trofeo, toreó
al ralentí y cuajó una extraordinaria faena al cuarto.
Santa Olalla del Cala (Huelva). Informa
Víctor García-Rayo.
Más de
media plaza se dio cita en la localidad serrana de Santa Olalla del Cala para
ver a dos toreros sevillanos y a un peruano, al final triunfador de la tarde,
que se enfrentaron a una corrida bien presentada del hierro gaditano de Carlos
Núñez. El peor, por rajado, fue el primero del encierro, que le tocó en suerte
a Lama de Góngora, un torero que está demostrando encontrarse en un
extraordinario momento. Noble y manso el que abrió plaza, centrado y firme su
matador. Notable Lama, que estuvo siempre por encima de un toro sin maldad pero
exento de atisbo alguno de bravura. Perdió algún trofeo con la espada y dio una
vuelta al ruedo después de mostrar su decisión sin fisuras de principio a fin.
Ante el cuarto desgranó un abanico de torería desde que echó las rodillas a
tierra con el capote hasta que culminó su actuación. El toro número 84,
“Templario”, embistió en los medios a la muleta de un torero que torea
despacio, que encaja los vientos en el túnel de la torería y no deja escapar
los aires de la improvisación. Lama durmió el toreo y ralentizó la tarde, por abajo
siempre el embrujo y con los hombros a tierra. Faena de mucha torería y
hondura. Estamos ante un torero distinto, suyo. Y nuestro. Espadazo que debió
servir para los máximos trofeos. Pero no dobló el noble ejemplar de Núñez. Y el
premio quedó en una oreja. Una oreja que sabe a mucho.
El máximo
triunfador de la tarde fue Joaquín Galdós. Está toreando, triunfando en España.
Y se le nota en el carril, en la senda. Cuidó en el caballo a su primero y
toreó con solvencia a un toro colaborador que le dejó desgranar pasajes de
mucha enjundia. Centrado Galdós y tirándose encima a matar. Cortó su primera
oreja. Y fueron dos ante el quinto, agarrado al piso y más exigente, que pedía
los toques exactos y la colocación siempre correcta. Toro deslucido este quinto
y diestro siempre en los medios, capaz y decidido, que de nuevo se fue detrás
de la espada a por todas. Fulminante la muerte del toro de Núñez y dos orejas
para el matador del Perú, que salió a hombros por la puerta grande de Santa
Olalla del Cala.
Rafa Serna
sorteó por delante a un colorao que embistió y le permitió mostrar sus mejores
armas. Voluntad de Serna, que dio la cara ante un toro que le dejó reivindicar virtudes.
Venció y convenció el sevillano. Cortó una oreja a pesar de los pinchazos. El
matador estuvo bien toda la tarde pero no funcionaron las cosas con los aceros.
Y es que ante el sexto, con el que también salió a darlo todo, volvió a mostrar
sus ganas y a plantear el toreo en el terreno fundamental. Pero de nuevo la
espada desdibujó las cotas alcanzadas con la muleta en la cara del toro. Antes
de romper el paseíllo se había guardado un minuto de silencio por el reciente
fallecimiento de Pepín Lirola, abuelo del diestro Rafa Serna, que lució lazo en
señal de luto en el brazo de su chaquetilla torera.
FICHA.
Plaza de
Santa Olalla del Cala (Huelva).
Sábado, 25
de Agosto de 2018.
Seis toros
de CARLOS NÚÑEZ, de buen juego en
general. Peor el primero.
LAMA DE
GÓNGORA. (Vuelta tras aviso y oreja tras aviso).
JOAQUÍN
GALDÓS. (Oreja y dos orejas).
RAFA SERNA.
(Oreja tras aviso y silencio tras aviso).