No se le puede pedir a Rafael Camino más compromiso del que ofreció en su actuación. Tanto con el capote como con la muleta el novillero de Camas lo puso todo de su parte. Buen novillo de Juan Pedro que le dejó desgranar su tauromaquia sobre el albero sevillano. Puso garra y pasión. Dio una clamorosa vuelta al ruedo.
Idéntico premio recibió el sevillano Álvaro Alfonso después de matar otro novillo que sirvió. Lo recibió a portagayola con largas cambiadas y faroles en uno de los momentos más vibrantes de toda la noche. Embistió este número 16 en una faena que se vino un poco a menos pero que Alfonso abrochó de manera magnífica con la espada después de dejar buenos muletazos. El hecho de que tardara en doblar y el uso del descabello le quitó una oreja al novillero, que la tenía ganada.
González-Écija toreó a su novillo en los medios. Éste también sirvió. Embistió mucho en la muleta de un torero que quiso siempre componer y convencer. Sonó el pasodoble "La Concha Flamenca" para acompañar su actuación cerrada con una buena estocada que fue determinante para la concesión de la única oreja de la novillada y para darle al joven astigitano su pase a la gran final.
Álvaro Burdiel sorteó a un número 20 que pidió mando, llevarlo tapado y sometido por abajo. De los cuatro primeros fue el novillo con más dificultades. Como la mayoría de los compañeros, Burdiel cobró una voltereta y puso mucha voluntad en su aparición sevillana. Seguramente la falta de práctica fue determinante para que el novillero pasara dificultades con los aceros.
De Valencia llegó "El Niño de las Monjas" que fue un derroche de quietud. Faena de firmeza y buena cabeza de este Jordi Pérez que anduvo muy decidido con un novillo que se revolvía y no le regalaba ni un momento de tranquilidad. A veces sucede. Fue seguramente el joven con más decisión y serenidad pero no contó con enemigo óptimo para brillar más. Mal con los aceros también este "Niño de las Monjas".
Cerró concurso el gaditano Francisco Fernández, de buen corte. Gustó y mucho el concepto de este aspirante que quiso en todo momento hacer las cosas muy bien, derrochando torería por la plaza. Había que acertar en muchos matices para que el novillo agradeciera las cosas. Dejó muy buena impresión Fernández en la Real Maestranza.
FICHA.
Seis erales de JUAN PEDRO DOMECQ, bien presentados y de juego desigual aunque sirvieron varios de ellos.
RAFAEL CAMINO. (Vuelta tras petición).
ÁLVARO ALFONSO. (Vuelta tras petición y aviso).
JAIME GONZÁLEZ-ÉCIJA. (Oreja).
ÁLVARO BURDIEL. (Ovación tras aviso).
EL NIÑO DE LAS MONJAS. (Silencio tras aviso).
FRANCISCO FERNÁNDEZ. (Palmas tras aviso).
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