Manuel Jesús "El Cid" había matado su último toro en la Real Maestranza. Su banderillero "Lipi" quería cogerlo a hombros. Lo hizo. De entre los matadores de toros asistentes, el sevillano Paco Lama de Góngora se movió "porque le tengo mucho respeto y es un torerazo" y muy pronto se echó al ruedo. Lo propio hizo otro matador de toros sevillano, Martín Núñez. Los Neiro y otros profesionales decidieron que había que estar cerca del torero de Salteras. Varios compañeros de profesión estuvieron muy cerca de un hombre que cerraba un episodio inolvidable de su vida.
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