MEJORES FORMAS QUE FONDOS

La novillada de Soto de la Fuente estaba obligada a funcionar por las hechuras que traía. Eran ejemplares de "El Roque" bien hechos, con su seriedad y cuajo, con formas extraordinarias en general. Pero no funcionó el encierro en el ruedo como las partes hubieran deseado. Las cuadrillas pasaron las de Cain para picar y banderillear el festejo y los novillos apretaron para los adentros con un desorbitado ímpetu.
Girón lo puso todo de su parte, tanto delante de sus oponentes como en el ejercicio de su responsabilidad como director de lidia. Atento, dispuesto y sin descomponerse, lidió por delante a un animal noble que quiso embestir y no pudo. Ambas parten quisieron encontrarse pero no había manera. Es posible que una voltereta que sufrió el novillo durante el tercio de varas le mermara tras el costalazo en sus facultades físicas. Muy afligido, no pudo andar. Aquilino Girón mató su lote de novillos con magnífica solvencia. El cuarto de la tarde -al que recibió en la puerta de chiqueros y cuya faena arrancó de hinojos en los medios- se sintió podido en la muleta de un torero que estuvo sereno y centrado en un festejo que no le abrió ni un resquicio al lucimiento. Bien Aquilino Girón.
Parrita pasó un calvario, como todos los toreros en el ruedo, ante el mano solemne que hizo segundo de la noche. Prendido de manera terrible al entrar a matar, el torero pasó como pudo el apuro de enfrentarse a un regalo de novillo. Manso y rajado por completo, aguardó su oportunidad para intentar herir. El quinto fue seguramente el novillo más franco del encierro y permitió a un Parrita ordenado y dispuesto, mostrar en el albero sevillano algunas de sus mejores galas. Estuvo firme y dispuesto.
Pablo Páez anduvo toda la noche en buen tono general y toreó a su primero con el capote con buen gusto, echando la bamba adelante y componiendo con gusto y firmeza. Apretó para los adentros este novillo  y todo lo que hizo Páez tuvo mucha importancia. Tragó el torero con mérito, brilló por el pitón izquierdo y soportó cada segundo un peligro que aunque no llegara a los tendidos en toda su magnitud estaba latente cerca de los muslos del torero. Mató de forma defectuosa. El sexto se revolvía en la muleta y no quería embestir de verdad. No le agradeció al novillero la búsqueda de tiempos y distancias. No obstante, la plaza vio cómo Paéz estuvo toda la noche intentando hacer las cosas con torería y con cabeza.

FICHA.
Seis novillos de SOTO DE LA FUENTE, bien presentados pero que no dieron buenjuego.
AQUILINO GIRÓN (SILENCIO EN AMBOS).
PARRITA (SILENCIO TRAS DOS AVISOS Y SILENCIO TRAS AVISO).
PABLO PÁEZ. (SILENCIO TRAS AVISO Y SILENCIO).