TOROS EN SEVILLA

El blog taurino de Víctor García-Rayo. La pasión por el hábitat natural del toro de lidia. La fiesta, el amor por el animal más hermoso del mundo. Centrado en Sevilla y en su provincia, una ventana taurina que se abre al mundo. Cultura y amor por la tauromaquia.




lunes, 22 de abril de 2019

ROCA ENTRE LAS PIERNAS Y REY SIN ENEMIGO












DOMINGO DE RESURRECCIÓN EN LA MAESTRANZA.


Roca entre las piernas y Rey sin enemigo







La tarde fue gris por el cielo y por el suelo. La corrida de Victoriano del Río, nada armónica y sin emoción en su comportamiento, apenas dio para que Manzanares cortase una oreja en un coso "muy suyo" que abarrotó las localidades para celebrar la vuelta a la temporada taurina.


Enseñaba la cara el primer toro del Domingo de Resurrección, y el más chico de la tarde, que fue noble en los tercios y en los chismes. Noble... y sin brío, sin empuje, sin rematar la codicia. Bien "El Juli", torero solvente y muy capaz, con un toro que se desgastó mucho en su pelea dormida en el peto del caballo de picar. Demasiado justo de gas, no prendió la llama.
El cuarto, basto de hechuras, embistió despacio a un capote de manos bajas del torero madrileño que hizo las veces de enfermero durante el tercio de varas. En la muleta se apagó el animal, por completo, desluciendo un capítulo de emoción imposible.


Manzanares le cortó una oreja al quinto porque le ayuda una incuestionable estética, porque el toro duró más que sus hermanos y porque embistió por abajo y el torero de Alicante torea con cadencia y ejecuta con clase natural. Resultó fundamental la estocada recibiendo que le recetó a un ejemplar con el que acertó de pleno en los tiempos y en las distancias para extraer la nobleza y humillación del toro.
Por delante había matado a un toro cinqueño (rechazado en los corrales de Sevilla la temporada pasada por falta de remate) burraco y mansurrón. Listo. Sin mala idea pero con claras intenciones de no pelear, este toro apenas dejó que Duarte y Blázquez saludaran montera en mano en el tercio de banderillas. Toda la lidia quiso marcharse y murió en la puerta de los chiqueros.



No es arrimón, es capacidad...es valor, son huevos


Le llamamos arrimón final, guinda del pastel, epílogo. Y se llama valor. Valor para dejar que los finos pitones del toro toquen una y otra vez los alamares, la seda, la piel, la entrepierna de un torero que puede gustar más o menos, pero que está arriba porque se juega los muslos todas las tardes, en todas las plazas y -atención, lo más importante- ante todos los toros.
El torero peruano lidió primero un toro frenado en el capote, amplio de huesos y protestón en las telas. No recorrió nunca el trayecto de los muletazos. Roca Rey no anduvo fino con la tizona.
Ante el sexto, tras la oreja de Manzanares, el diestro decidió jugarse los muslos. El toro era noble y no transmitía. Se apagó este número 103 y se encendió el torero que a día de hoy lleva más gente a las plazas.
Se subió encima de la barrera del sentido común y dejó que los pitones llegaran al pecho, al cuello, a la barriga, a los muslos, a cortarle la respiración a cualquier aficionado. Y todo desde la serenidad, sin aspavientos. Pareció querer demostrar que puede con todo y con todos. No hubo trofeos, pero sí demostración. Arriba se está por algo. Y Roca Rey lo está porque se juega la vida a carta cabal.


La corrida del Domingo de Resurrección arrojó un pobre bagaje. Del encierro de Victoriano del Río se esperaba mucho más. Emoción hubo cuando Roca Rey se jugó la vida...y cuando a mediodía Alberto García Reyes pregonó a los vientos que, después de Dios el salvador del mundo, la persona más "divina" en Sevilla se llama Curro Romero.














FICHA.


Seis toros de VICTORIANO DEL RÍO, desiguales de presentación, basturrones, con cara, nobles y sin empuje.

EL JULI.
(Ovación y silencio).

JOSÉ MARÍA MANZANARES.
(Silencio tras aviso y oreja).

ROCA REY.
(Silencio y ovación tras aviso).

Entrada: No hay billetes.

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