El novillero sevillano Francisco Lama de Góngora se proclamó en la noche de ayer triunfador del ciclo de novilladas de promoción de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. El joven diestro, que salió por la Puerta del Príncipe en su anterior comparecencia sevillana, cortó la única oreja de la novillada final que se desarrolló en noche muy calurosa y con una sensacional entrada en el coso del Baratillo.
Se lidiaron erales de Juan Pedro Domecq (dos de ellos con el hierro de Parladé) que en general dieron buen juego.
Miguel Ángel León, que dio una vuelta al ruedo, mostró de nuevo una extraordinaria capacidad y ha causado en el ciclo una impresión más que notable. Su mala actuación con los aceros ha restado nota a un joven torero que ha sido medido con excesivo rigor por el público sevillano.
Alejandro Pavón, que quiere torear con pureza y que posee un corte muy del gusto de la afición sevillana, ha sido el finalista que ha mostrado una menor resolución a los problemas que plantearon sus ejemplares.
Lama de Góngora, la nueva sensación de la afición del sur, resolvió con nota su compromiso y, extraordinariamente arropado, volvió a dejar en el ruedo del Arenal una serie de detalles y matices muy a tener en cuenta. Justo triunfador del certamen, el torero sevillano aporta unas interesantes maneras, una frescura indiscutible y una capacidad indudable para arrastrar aficionados a las taquillas. Una magnifica noticia.
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